El fútbol argentino ha sido históricamente una de las ligas más apasionadas y competitivas de Sudamérica, pero en los últimos años ha emergido una preocupación recurrente: el tiempo efectivo de juego. Este es el tiempo real en el que el balón está en movimiento, sin interrupciones causadas por faltas, cambios, o tiempos muertos. Según un informe de OPTA sobre la temporada 2023 de las principales competiciones domésticas del mundo, la Liga Profesional de Fútbol de Argentina (LPF) promedió poco más de 50 minutos de tiempo efectivo por partido, un dato que coloca a la liga argentina por debajo de otras competiciones sudamericanas como Venezuela, Colombia y Ecuador, cuyos promedios superan los 52 minutos de juego efectivo.
Esta cifra ha generado un importante debate sobre las causas y las posibles soluciones para mejorar la fluidez del juego. Algunos jugadores, entrenadores y expertos han señalado la importancia de encontrar medidas que puedan aumentar este tiempo y garantizar una experiencia más dinámica para los espectadores. ¿Por qué el fútbol argentino juega tan poco y qué se puede hacer para mejorar esta situación?
El debate sobre el tiempo efectivo de juego
Uno de los momentos que puso nuevamente en el centro de la discusión el tiempo efectivo de juego fue una declaración de Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, quien se mostró molesto tras el partido contra Barracas Central. Gallardo criticó la decisión del árbitro Fernando Echenique de no adicionar tiempo al marcador a pesar de que el partido se encontraba ampliamente definido, una decisión que, según el DT, no ayudó a la fluidez del juego.
“Los árbitros tienen que ayudar a agilizar el juego, se requiere de mayores capacidades para disfrutar. Todos tenemos que colaborar para que el fútbol argentino sea algo mejor, no hay que naturalizar eso”, expresó Gallardo, dejando claro su malestar con la situación. Su declaración resalta una de las críticas más frecuentes sobre la Liga Profesional: la lentitud en la reanudación del juego y el frecuente tiempo muerto que se genera debido a decisiones arbitrales o a la actitud de los jugadores.
La comparación internacional
En el informe de OPTA, la Liga Profesional de Fútbol de Argentina es superada en tiempo efectivo por ligas de países vecinos como Venezuela, Colombia y Ecuador, quienes mantienen un promedio de 52 minutos de tiempo efectivo. Sin embargo, este promedio argentino de 50 minutos no es el peor dentro de las competiciones internacionales. En la mayoría de las ligas de primer nivel, el tiempo efectivo suele superar los 50 minutos, pero existen factores que explican esta diferencia, como el estilo de juego y la frecuencia de interrupciones durante los partidos.
La diferencia en el tiempo efectivo puede ser atribuida a diversos factores, entre ellos la interrupción constante del juego debido a faltas, demoras en la reanudación de los encuentros, o incluso tácticas deliberadas para frenar el ritmo del juego. Además, en Argentina se suele ver con mayor frecuencia el uso de estrategias que buscan ‘hacer tiempo’, especialmente por equipos que defienden con líneas muy profundas o que luchan por mantener un resultado ajustado.
La adición de tiempo: el ejemplo del Mundial de Qatar
Uno de los métodos que recientemente ha ganado popularidad para aumentar el tiempo efectivo es la adición de minutos más allá del tiempo habitual, como se observó en el Mundial de Qatar 2022. Durante la Copa del Mundo, los árbitros decidieron añadir más tiempo para compensar las pérdidas por interrupciones. Esta práctica, que se utilizó en varios partidos de la competencia, generó una mayor cantidad de tiempo con la pelota en acción y permitió que los partidos fueran más dinámicos.
La adición de minutos podría ser una solución interesante para la Liga Profesional Argentina, especialmente considerando que en muchas ocasiones el tiempo extra se ve reducido o ignorado por los árbitros, a pesar de la evidente interrupción del flujo del juego.
Los equipos con más tiempo efectivo en la LPF 2024
En términos de equipos, los datos de OPTA reflejan que algunos clubes en la Liga Profesional tienen un promedio superior al resto en cuanto a tiempo efectivo. Uno de los equipos más destacados es Tigre, dirigido por Diego Martínez, quien encabeza el ranking con un impresionante promedio de 52 minutos y 32 segundos de tiempo efectivo por partido. Esto se debe a la alta intensidad con la que juega Tigre, buscando siempre la pelota en movimiento y evitando interrupciones innecesarias.
Otro equipo que se destaca por su tiempo efectivo es Central Córdoba, con un promedio de 52 minutos y 31 segundos, seguido de cerca por Deportivo Riestra, con 51 minutos y 51 segundos. Aunque Deportivo Riestra es conocido por su estilo de juego defensivo y por ceder la posesión del balón, esto genera una mayor cantidad de tiempo en que el balón está en movimiento mientras sus rivales intentan penetrar su defensa.
Otros equipos que completan el top 5 en cuanto a tiempo efectivo son River Plate (51 minutos y 34 segundos) y Lanús (51 minutos y 57 segundos). Estos equipos, por su estilo de juego ofensivo y su mayor posesión del balón, tienden a generar un flujo más continuo de juego, lo que favorece el tiempo efectivo.
Los equipos con menos tiempo efectivo
Por otro lado, en la parte inferior de la tabla, los equipos con menor tiempo efectivo suelen ser aquellos que adoptan tácticas más conservadoras o de juego más directo, lo que reduce el tiempo de circulación del balón. Equipos como Banfield (46 minutos y 37 segundos), Instituto (47 minutos y 38 segundos), y Rosario Central (47 minutos y 41 segundos) tienen el tiempo efectivo más bajo en la Liga Profesional 2024. Estos equipos suelen optar por un estilo de juego más pragmático y directo, lo que puede resultar en un mayor número de interrupciones durante los partidos.
La falta de posesión del balón y la escasa elaboración de jugadas son factores que contribuyen a esta baja cantidad de tiempo efectivo. Equipos como Newell’s, que están en el fondo de la tabla en este ranking, también suelen tener secuencias de pases más cortas y menos tiempo con el balón en los pies, lo que se traduce en menos minutos efectivos de juego.
¿Qué se puede hacer para mejorar el tiempo efectivo?
El fútbol argentino enfrenta una encrucijada en la que el tiempo efectivo de juego es una preocupación creciente. Si bien no existe una solución única, algunos expertos sugieren que la implementación de un cronómetro que se detenga cada vez que se produzca una interrupción en el juego podría ser una forma de garantizar que se juegue más tiempo efectivo. Además, sancionar a los equipos que demoren la reanudación del partido podría ser otra medida para acelerar el flujo del juego.
La adición de más tiempo, como se vio en el Mundial de Qatar, podría ser otro paso hacia la mejora del tiempo efectivo, pero siempre teniendo en cuenta el equilibrio entre la compensación por interrupciones y el ritmo del partido.
En definitiva, si el fútbol argentino desea mejorar en este aspecto, será necesario un esfuerzo conjunto entre árbitros, jugadores, y entrenadores para hacer más dinámico el juego y aumentar el tiempo efectivo, garantizando una experiencia más emocionante para los aficionados.