La Propuesta de Javier Milei: Un Cambio Radical para el Fútbol Argentino

El fútbol argentino atraviesa un momento crucial, sumido en un debate que podría cambiar el rumbo de uno de los deportes más populares del país. La propuesta del presidente Javier Milei de permitir que las sociedades anónimas deportivas (SAD) compren los clubes de fútbol ha generado una enorme controversia. Para muchos, esta medida podría significar el alejamiento de los hinchas de sus equipos, que hasta ahora han sido gestionados por asociaciones civiles sin fines de lucro, controladas por los propios socios.

La Disputa sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD)

La introducción de las SAD al fútbol argentino es un tema que divide profundamente al gobierno y los dirigentes de los clubes, quienes en su mayoría se oponen a esta idea. Según la propuesta de Milei, los clubes podrían ser adquiridos por empresas, lo que implicaría una estructura completamente diferente a la actual. Sin embargo, este modelo económico, que se aplica en otros países, choca con la tradición del fútbol argentino, donde la identidad y la relación de los hinchas con sus clubes son fundamentales.

Los clubes de fútbol en Argentina, como San Lorenzo, Boca Juniors o River Plate, son asociaciones civiles sin fines de lucro. Esto significa que los socios, quienes pagan una cuota mensual, tienen derechos políticos dentro del club, e incluso pueden participar en la toma de decisiones importantes. Además, estos clubes están profundamente enraizados en las comunidades, ofreciendo actividades sociales y deportivas a miles de jóvenes de barrios marginales.

Uno de los casos más representativos de este vínculo entre los clubes y sus comunidades es el de San Lorenzo, donde los hinchas no solo compiten en el fútbol, sino que también participan en actividades culturales, educativas y sociales. “Es un espacio que da contención a los más jóvenes”, asegura Martín Cigna, director de San Lorenzo, quien explica que el club brinda más de 300 becas para jóvenes del barrio marginal vecino, permitiéndoles acceder a actividades como la natación, el fútbol y las artes marciales.

Sin embargo, la posible llegada de las SAD podría transformar radicalmente esta dinámica. La propuesta de Milei sugiere que los clubes dejarían de ser gestionados por sus socios para ser manejados por empresas, cuya principal motivación sería obtener beneficios económicos. Esta lógica empresarial podría llevar a los clubes a priorizar el fútbol profesional y a cerrar o desinvertir en actividades sociales y deportivas que no generen ganancias inmediatas.

La Postura de la AFA

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), por su parte, se opone firmemente a la inclusión de las SAD en su estructura. Según su estatuto, un club que no sea una asociación civil no podría competir en las ligas profesionales del fútbol argentino. La AFA defiende el modelo actual, en el que los ingresos generados por el fútbol se reinvierten en el club, permitiendo que este continúe funcionando no solo como un equipo deportivo, sino también como una institución social y cultural.

Verónica Moreira, especialista en estudios sociales del deporte, sostiene que “todo lo que no dé ganancias se va a cerrar, esa es la lógica comercial” que imperaría en las SAD. Según Moreira, las empresas compradoras de los clubes no tendrían el mismo interés en mantener la estructura social de los mismos, ya que su prioridad sería maximizar las ganancias. “En las asociaciones civiles, lo que se gana se reinvierte en el club. En las SAD, el que invierte el dinero, luego se quiere llevar la ganancia”, explica la especialista.

La Perspectiva de los Hinchas

Una de las principales preocupaciones de los hinchas argentinos es el impacto de esta reforma en la identidad de los clubes. En un país donde el fútbol es mucho más que un simple deporte, la relación emocional entre los hinchas y los clubes es profundamente significativa. Para muchos, la propuesta de Milei significaría la transformación de los clubes en simples negocios, despojándolos de sus raíces populares y sociales.

Un ejemplo claro de esta preocupación es lo que sucede en San Lorenzo. Nicosia, un hincha de toda la vida del club, asegura que la posibilidad de que el club sea adquirido por una empresa podría “cambiar muchas cosas y perderse los valores sociales”. La preocupación radica en que, de concretarse este cambio, los clubes perderían su función como espacios de inclusión y contención para los jóvenes de barrios vulnerables.

Un Debate de Fondo

El debate sobre la incorporación de las sociedades anónimas deportivas al fútbol argentino es, en última instancia, una discusión sobre los valores que debe preservar el fútbol en el país. Por un lado, los defensores de la medida argumentan que la profesionalización de los clubes y la inversión de empresas podrían llevar a un crecimiento deportivo y económico. Por otro lado, los opositores temen que la privatización de los clubes destruya su esencia y los aleje de la gente, convirtiéndolos en productos comerciales al servicio de grandes intereses.

Lo cierto es que el futuro del fútbol argentino podría estar en juego, y la decisión de seguir adelante con la propuesta de Milei o mantener el modelo actual tendrá consecuencias profundas para la relación entre los hinchas, los clubes y la sociedad en general.